-Hasta un total de 6 socios del GGG formamos parte del Jurado (de ellos, 3 repetimos en Junior y Adultos), con la confianza de no pasar hambre durante el Concurso, aunque nuestra oronda figura hacía pensar que el carnaval, más bien, engorda. Resulta curioso comentar la reacción de amigos y familiares, cuando se enteran de la grata noticia; así primero te felicitaban, a lo que seguía aquello de “... como te vas a poner..” con claro tono jocoso, y/o la petición, “... confío en que me consigas algún cuelo, aunque no sea para la final?...”. “Pá la final, picha mía...y yo voy porque no tengo más remedio”.
-Por citar alguna anécdota del Jurado Junior -COAC 2006-, como no había dieta ni previsión de comer, decidimos montar un picnic en la final con las viandas en el antepalco, asesorados por el amigo Monforte, que conocía bien el entrepaño. Cuando el presi del Jurado de Adultos (M.R.), bajó a saludarnos le sorprendió observar el material de reserva digestiva: .. Pero, esto que es?...aquí no se puede comer?, ¿está prohibido comer en el palco?...Seguro que no imaginan el tiempo ni las argucias que empleé para convencerlo de que allí no se comía, que ver el material nos aplacaba el hambre y lo repartíamos una vez concluida la sesión ¿?
-El Jurado de Adultos –COAC 2008- si recibía una dieta diaria para cenar (no olviden que nos citábamos a las 20 horas y las sesiones concluían alrededor de las 2-3 de la madrugada, como muy temprano). Es buen momento para mostrar un cariñoso saludo al amigo Enrique Carrillo de Albornoz, “ilustre secretario del concurso”, que tanto nos ayudó...sin comer en exceso. Se optó por la garantía y calidad que aporta el catering del Faro y nos dejamos llevar por su experiencia y buena práctica. En conjunto muy satisfechos, fuimos adaptando el menú diario a nuestro gusto y nos mimaron con atractivos y dulces postres, sin olvidar que la coincidencia con las Jornadas de Cocina de Zamora (que organizan desde hace años-luz) nos permitió un par de cenas con chichas de matanza, habones de Sanabria y exquisito cordero, cuestión que se agradeció, a pesar de precisar de mayores dosis de “bajativos”.
-Nos queda confirmar e insistir hasta la saciedad que no es cierta la información que suele correr en los medios, afirmando que la cena del Jurado es pantagruélica ni que se trata de una mariscada monstruosa diaria intercalada con taquitos payoyos y unos cortes ibéricos de grandes jotas, remojados con altas dosis de material vitivinícola.
-Posteriormente a esta gran experiencia, hemos mantenido actividades carnavalescas de muy diversa índole, que seguiremos memorizando en pequeñas anécdotas, que le seguiremos contando, D.M.
¡ Buen Provecho ¡
José M. Pérez Moreno
GGG-Anecdotario (1986-2016)